Érase un ratón que se hallaba en constante estrés por miedo al gato. Un mago se apiadó de él y lo transformó en un ágil felino. Pero, entonces, el pobre animal se empezó a asustar del perro. El mago, con otro golpe de vara, lo transformó en un fuerte can. Pero, al poco tiempo, el agobiado animal empezó a temer al tigre. El mago, aunque ya un poco cansado, lo transmutó en un poderoso tigre, el rey de los felinos. Y en ese punto, a nuestro animal le entró un ataque de pánico ante la presencia del cazador. El mago dio un suspiro, harto de tanto trabajo. Cogió su varita, la alzó y dijo:
–¡Te convierto en ratón y esta vez es para siempre!
Y añadió:
–Nada de lo que yo haga va a servir, amigo, porque primero tienes que aprender a ser feliz como un ratón.
El concepto de felicidad es muy amplio a la vez subjetivo para cada persona. Mediante este cuento he querido mostrar el concepto de felicidad no como una meta o un fin en nuestras vidas, sino como un estado.
En próximos artículos hablaré del concepto de felicidad más en profundidad. Por el momento te deseo que este cuento te haya aportado buenas sensaciones y aprendizaje.
Hasta pronto.
Muy buena reflexión
Me alegro que te guste, habrá más.