Descubre tu verdadera motivación

 

21

Siempre he defendido la idea de que la motivación es una consecuencia de hacer o experimentar aquello en lo que disfrutamos y nos hace sentir vivos. Y que además se retroalimenta, es decir, hacer aquello que nos hace disfrutar nos genera más motivación. Es una espiral de recarga de energía constante.

Pero hoy me ha venido una profunda reflexión relacionada con esto, y tiene que ver con en qué momento se inicia la motivación. Porque según mi teoría, si es una consecuencia, tiene que haber una causa, un inicio de movimiento que genere el resultado (consecuencia) de la motivación. En ese punto inicial, ¿existe motivación?. Lo voy a explicar con un caso real que he leído y que me ha parece muy aclaratorio.

En una universidad de Estados Unidos llevaron a cabo un experimento sobre motivación. En un extremo de una jaula pusieron a unas ratas de laboratorio y en el extremo opuesto comida. Electrificaron el suelo, de manera que cuando las ratas avanzaban hacia la comida recibían en las patas pequeñas descargas eléctricas. Eso hizo que al principio, cuando todavía no tenían mucha hambre, nada más pisar el suelo volvieran atrás. Tardaron de 8 a 9 horas en tener hambre suficiente como para aguantar el dolor de las descargas y llegar hasta la comida. Hicieron lo mismo pero cambiando comida por agua, y tardaron 4 o 5 horas en tener la suficiente sed como para soportar el dolor. En la última prueba, pusieron una rata hembra en celo, y el resultado fue que las ratas macho que habían realizado todo el experimento no tardaron ni media hora en cruzar el camino electrificado para trincarse a la rata.

Se pueden sacar muchas conclusiones de este experimento, pero en esta ocasión quiero focalizarme en el resultado visible. Estos animales fueron capaces de tolerar mucho más el dolor cuando el motivo para hacerlo era un deseo ardiente de experimentar algo poderoso. La motivación se activó previamente a nivel físico y a nivel mental. Fijémonos que superó incluso a una necesidad biológica como es alimentarse o hidratarse. Y esto que parece muy rudimentario y con cierto instinto animal, nos pasa también a los seres humanos.

Y es que la verdadera motivación, la que nos va a mover hacia aquello que ansiamos lograr con todas nuestras fuerzas, es muy parecida a lo que experimentaron las ratas. Es una energía interna que te hace moverte sin pensarlo demasiado. Es un estado de alegría y deseo positivo inconmensurables. Los que hemos tenido la suerte de experimentar este estado podemos intuir el gran poder que tiene.

21-1

Para una persona que tiene sueños y objetivos importantes, es vital generar y mantener un alto nivel de motivación. Y como ya hemos visto, se trata de canalizar y enfocar nuestros pensamientos y emociones hacia aquello que nos hace vibrar. Cuando identificas eso, y lo pones como una prioridad en tu vida, generar la motivación para avanzar es relativamente sencillo. El gran trabajo radica en mantener esa motivación durante el trayecto, y sobretodo, recargar la motivación cuando aparezca el dolor o el miedo. Ir logrando avanzar nos va a aportar más motivación para continuar por el camino, e iremos recargándonos de nuevo de energía.

No quiero dar lecciones de motivación en este post. Mi objetivo era poner de manifiesto mediante hechos reales como puede aparecer la motivación en nuestras vidas, y que podemos ser capaces de hacer algo distinto para alcanzar un objetivo motivador. Porque no olvidemos que lo que para las ratas era copular fácilmente, para cualquier ser humano puede ser dejar un legado, disfrutar de su tiempo en familia, tener libertad financiera o de cualquier tipo, ganar una competición, sentirse bien de salud, superar una ruptura, o cualquier otro objetivo que solo de pensarlo ya nos cambia la energía.

Hay mucho más a tener en cuenta en el mundo de la motivación. Lo importante es conocer que cualquiera puede dar con eso que le motive y le proporcione fuerza para moverse y actuar, sin miedos ni dudas. Es un trabajo interior de autoconocimiento y reflexión. Es algo que nos pertenece a cada uno de nosotros y que da sentido a nuestra existencia. Porque, ¿a qué hemos venido a este mundo?, ¿qué legado nos gustaría dejar a nuestros seres queridos?, ¿cómo deseas ser recordado?, ¿qué cosas te hacen sonreir?, ¿qué te haría olvidarte del hambre y la sed?

Te animo a que dediques un pequeño espacio de tiempo cada día a descubrir tus motivaciones, puede ser el mejor tiempo que puedas dedicarle a tu vida.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: