¿Qué puedes estar perdiendo porque prejuzgas demasiado?, ¿Qué estás dejando pasar en tu vida de lo cual puedas arrepentirte?. Hoy vamos a hablar sobre los prejuicios y sus consecuencias. Sobre como nos impedimos experimentar situaciones que podrían aportarnos buenos aprendizajes, por el simple hecho de juzgarlas por anticipado. Vamos a ello.
Como bien define la palabra prejuicio, es lo que va antes de un juicio (premio para el caballero! ;)), siendo un juicio, desde mi punto de vista, es una valoración positiva o negativa de un hecho que ya ha sucedido. Por lo tanto, un prejuicio es un una valoración positiva o negativa de un hecho que no ha sucedido, es decir, nos creamos una opinión de los hechos antes de que ocurran. Esto puede carecer de importancia en situaciones rutinarias de nuestra vida, pero cobra mucha importancia ante situaciones clave que nos obligan a tomar decisiones importantes.
Prejuzgamos porque comparamos, y ya sabes que dicen que las comparaciones son odiosas, y creo que en algunos contextos es totalmente cierto. Los seres humanos estamos constantemente comparando para tomar decisiones, y las comparaciones las hacemos en base a nuestra experiencia o a las experiencias de otras personas. El problema en mi opinión radica en que nos creemos que nuestra experiencia es suficiente como para tomarla como referencia, y no nos damos cuenta de lo pequeña que es nuestra experiencia con respecto a lo que sucede ahí fuera. Cada uno de nosotros somos una ínfima parte de este mundo y de todas las experiencias que en el ocurren cada segundo. Sin embargo nos creemos suficientemente preparados y experimentados para tomar decisiones en base a nuestro pasado.
La experiencia es un grado, sin duda. Somos lo que somos gracias a nuestras decisiones y nuestros actos, los cuales son consecuencia de nuestras experiencias. Pero si le preguntas a las persona de éxito si todas las decisiones que han tomado se han basado en su experiencia previa, te van a decir que no, que muchas decisiones importantes se toman desde la confianza y la inexperiencia. Porque la vida es tan maravillosa que constantemente nos está brindando nuevas lecciones y aprendizajes, a diario.
¿Te imaginas como sería una vida sin prejuicios?. No te lo imagines, solo observa como vive un niño de 3 años. Tenemos que aprender a ser niños. A bailar porque nos apetezca sin pensar en lo que digan, a decir cosas espontáneas sin sentido con la única intención de divertirnos, a sonreír más y de forma más intensa, a ver en cada momento una posibilidad de disfrutar y ser feliz, a perdonar pronto y de forma sincera, a inventarnos nuevas formas de hacer las cosas, en definitiva a pensar menos y sentir y actuar más. Todo esto lo hacen los niños, los cuales no conocen el significado de los prejuicios.
No te creas tan importante como para juzgar algo que no ha sucedido. La verdadera humildad radica en reconocer que no sabes lo suficiente como para valorar muchas experiencias de vida que están por venir. Por lo tanto, si no nos permitimos experimentar nuevas experiencias sin juzgarlas previamente a que sucedan nos estamos perdiendo grandes posibilidades de nuevos y mejores aprendizajes.
Detrás de un prejuicio hay intenciones positivas, como la intención de protegernos de experiencias negativas. Nuestro cerebro busca que no corramos riesgos y para ello, asocia la realidad a una experiencia pasada y crea una opinión negativa o positiva. Pero ya hemos hablado en alguna ocasión que nuestro cerebro puede convertirse en nuestro peor enemigo en el camino hacia nuestro crecimiento, porque nos limitará constantemente.
Así que te invito a que prejuzgues menos y vivas más, a que supongas menos cosas y experimentes más, a que te creas lo suficientemente humilde como para dejar entrar en tu vida aquello que no conoces, a que confíes en que algo maravilloso puede suceder si permites que suceda, a que des una oportunidad a otras personas que en la actualidad estés dándole la espalda, a que veas tu realidad como una pequeña parte de este mundo, a que tu pasado no defina tu futuro.
Me gustaría despedirme con una lista de algunas ventajas que te va a aportar dejar los prejuicios a un lado:
- Vas a aprender mucho más. Simplemente porque vas a vivir más experiencias.
- Vas a conocer gente maravillosa, que hoy por hoy la etiquetas solamente por la apariencia.
- Vas a ganar en salud, dinero y tiempo. Simplemente prueba a hacer las cosas distintas en el mundo de la salud, las finanzas y la productividad, y me cuentas.
- Vas a ganar en alegría y felicidad. Porque vas a dejar de suponer y de crear conspiraciones en contra tuya. Cuando liberas tu mente de suposiciones negativas solo queda calma y paz.
- Vas a mejorar tus relaciones. Porque aprenderás a perdonar con sinceridad. (perdonar no es sinónimo de olvidar)
- Vas a tener más energía. Porque los prejuicios quitan energía mental y al eliminarlos liberas espacio en tu mente para cosas importantes.
Y una desventaja, que conviene que tengas en cuenta:
- Vas a pasar miedo, y con toda seguridad vas a llevarte alguna decepción.
¿Merece la pena dejar de obtener tantas ventajas por alguna decepción que te encuentres en el camino?. Me encantará saber tu opinión.
Muchas gracias por estar ahí, hasta la próxima semana.