Seguramente ya hayas empezado tus vacaciones, o con suerte te quedan pocos días para empezarlas. O quizás ya las hayas terminado y estás de vuelta a la rutina. A lo mejor tienes la fortuna de elegir tú mismo cuando y cuantas vacaciones disfrutas y prefieres tomarlas en otra época del año. De cualquier forma, estamos en plena época vacacional y muchas personas anhelan sentir la libertad y el descanso que dan unos cuantos días libres. En el post de hoy hablamos de el sentido de las vacaciones y planteamos un debate o diálogo sobre si las personas necesitan vacaciones como forma de recargar pilas para volver al 100 % a sus rutinas, o simplemente las vacaciones son como un antídoto para calmar la frustración y la insatisfacción. Me parece muy interesante esto, ¿y a ti?
Soy una profesional con cierta autonomía en mis proyectos. Evidentemente dependo mucho de mis clientes, pero me queda cierto control sobre mi tiempo y mis decisiones. Aún así aún no puedo permitirme el lujo de coger vacaciones cuando realmente las deseo, aunque sé que algún día lo lograré. Mientras tanto disfruto de los días libres que nos dan las vacaciones para desconectar de todo lo que significa “rutina”, descansar y relajarme. Soy un profesional orientado a objetivos y debo cumplirlos si quiero mantenerme y crecer en mis proyectos, me gusta esto, me motiva y me incentiva a dar lo mejor de mí cada día. Por eso para mí es muy importante resetearme en vacaciones, recargar las baterías de energía. Ese es mi objetivo, volver mejor de lo que me he ido para seguir dando el 100 %.
Pero noto que muchos profesionales tienen cierta ansiedad por que lleguen sus vacaciones. Se quejan de lo poco que duran y de si deberían tener derecho a más días libres. Las últimas semanas antes de sus vacaciones son una carrera de fondo en la que cada día que pasa es más largo que el anterior. Comienzan a bajar los brazos argumentando cansancio y saturación por llevar muchos meses sin parar. ¿Reconoces esto?
Considero que este tipo de personas en el fondo no disfrutan del verdadero beneficio de las vacaciones, la posibilidad de recargarse física y mentalmente. En mi opinión, sus vacaciones son una vía de escape. ¿De qué quieren escapar?, ¿qué hay en sus vidas que no están aceptando?, ¿qué motivos les llevan a huir de su realidad? Este tipo de preguntas pueden ser muy importantes hacérselas a uno mismo si se siente una imperiosa necesidad de abandonar la rutina para disfrutar de unos pocos días libres. Se podría aprender mucho de sus respuestas y sobre todo conoceríamos algo más acerca de nuestros deseos insatisfechos.
¿Quieres saber si eres ese tipo de persona? Ponte en situación, estas a escasos 2 días de empezar tus merecidas vacaciones y de repente te dicen que no te puedes ir ahora, que ha surgido un imprevisto y tu empresa te necesita 2 meses más. ¿Cómo te lo tomarías?, ¿cuál sería tu reacción? Como reacciones ante esta circunstancia te da pistas de si estás resignándote e intentando escapar de tu vida o por el contrario, estás aceptándola y trazando un plan para llegar a donde quieres llegar en los próximos años.
Creo que una de las mayores aspiraciones del ser humano es sentirse en paz consigo mismo y con su vida. Estoy convencido de que cuando esto se consigue no necesitas escapar de nada, estás tan bien en tu vida que deseas vivirla cada día al máximo sin mayor pretensión que disfrutar cada minuto, sean cual sean las circunstancias. Hay personas que no necesitan vacaciones porque su vida es un disfrute constante, es una mezcla de ocio, felicidad y motivación reflejados en cada minuto, en cada segundo. Terminan sus días con plena satisfacción por sus logros y sus fracasos, y se van a dormir con la conciencia muy tranquila, con el convencimiento de que han vivido un día más y lo han aprovechado. Quizás suene demasiado romántico y fantasioso, pero estoy convencido que en muchas partes del mundo hay personas que viven este tipo de vida. ¿De verdad tenemos que pensar que vivir en paz es una utopía?
De cualquier forma, podemos sentirnos satisfechos con nuestra vida en cualquier contexto y circunstancia. Las personas orientadas a objetivos hacemos constantemente ejercicios de reflexión y autoconocimiento para profundizar en nuestros deseos y motivaciones. Con esto conseguimos identificar nuestras metas, nuestros objetivos y nuestra vida soñada, y trazamos un plan a X años vista para lograrlos. Y nos desapegamos del resultado, porque el propio plan define el rumbo. Cuando las cosas no salen como estaban previstas volvemos a reflexionar y reorientamos el rumbo, y si tomamos conciencia de que lograr ese sueño es mucho más difícil de lo que nos habíamos pensado entonces aceptamos esto y bajamos el nivel de exigencia. Y llega la paz, la tranquilidad y la conciencia de que lo has hecho lo mejor que sabías y podías. Estás satisfecho, y claro, no necesitas escapar de nada, lo has aceptado y sigues avanzando.
Las personas que no están orientadas a objetivos, que no tienen definido su propósito ni sus sueños, también pueden sentir paz, por supuesto. Pero será difícil de lidiar si no trabajan en su autoconocimiento. Cuando sabes porqué te sientes de una determinada manera ante un problema, o sabes porqué estás frustrado ante una situación, o tomas conciencia de que no estás siendo tú mismo, es entonces cuando todo tiene sentido y está en tus manos empezar el cambio. Mientras no llegue ese momento de lucidez, seguramente te veas intentando escapar y huir de todo lo que no te gusta en tu vida.
El problema de escapar de lo que no nos gusta es que acabas muy cansado, y unas vacaciones pueden ser un buen bálsamo, pero al poco tiempo estás igual o peor.
Te invito a que reflexiones sobre tus deseos de tomar vacaciones en tu vida. Si quieres viajar pregúntate ¿para qué quiero hacer este viaje?, me encanta la curiosidad del viajero, el descubrir nuevas culturas y empaparte de nuevas experiencias. Pero si detrás de todo eso hay una profunda insatisfacción y un desconocimiento completo de tus sueños quizás viajar no sea más que un parche de nicotina que al tiempo te quitas y vuelves a ser adicto a las circunstancias.
Que disfrutes de tus vacaciones, porque seas quien seas seguro que te las mereces. Hasta la semana que viene.